¿CÓMO LEER LA BIBLIA?
La Biblia no es un libro cualquiera. Es la Palabra de Dios, es decir, es Dios que se hace Palabra humana. Dios siempre quiere estar en contacto con nosotros, quiere contarnos algo, quiere dejarnos una enseñanza, una buena noticia, algo que nos ayude a vivir mejor.
Hacé silencio dentro tuyo, y ponéte en actitud de escucha. No la leas a las apuradas; dedicále un momento de tranquilidad. Pero, sobre todo, abrí el corazón.
¿CÓMO SURGIÓ LA DIVISIÓN DE CAPÍTULOS Y VERSÍCULOS EN LA BIBLIA?
La organización de la Biblia, como hoy la conocemos, con capítulos y versículos es resultado de un largo proceso de casi tres siglos en el que podemos destacar a tres personajes: Stephen Langton, Santos Pagnino y Robert Estienne.
La historia comienza con el inglés Stephen Langton (h. 1150-1228), quien llegaría a ser Arzobispo de Canterbury, y que en 1220, mientras enseñaba en la Sorbona, y sobre un texto de la Biblia Vulgata, numera la Biblia en capítulos. A su muerte ya existe una edición, la llamada “Biblia parisiense”, con la marcación correspondiente. El éxito es tan grande que será inmediatamente adoptada por los doctores de la Universidad de París y hasta por los mismos judíos: en 1525 Jacob ben Jayim publica en Venecia una Biblia que recogía la clasificación en capítulos realizada por Langton.
Langton solo había separado los capítulos, pero se ve la necesidad de subdividirla en partes más pequeñas que permitan ubicar con mayor rapidez y exactitud las frases y palabras buscadas. El primer intento en este sentido será el del dominico italiano Santos Pagnino (1470-1536), judío converso y después dominico, quien en 1528 publica en Lyon su traducción latina de la Biblia, la “Veteris et Novi Testamenti nova translatio”, subdividida en frases cortas, es decir, en versículos.
El editor protestante francés Robert Estienne (1503-1559), redefine la división realizada por Santos Pagnino, y completa la obra iniciada por éste ya que no había “versiculado” los siete libros deuterocanónicos del Antiguo Testamento: Tobías, Judit, 1 y 2 Macabeos, Sabiduría, Eclesiástico y Baruc. Estienne publica la Biblia completa con su división en capítulos y versículos en 1555.
El 9 de noviembre de 1592, el Papa Clemente VIII hace publicar una nueva versión de la Biblia en latín, la cual constituye la primera edición de la Iglesia Católica que viene con la división definitiva de capítulos y versículos, con lo que el gran trabajo iniciado por Langton, continuado por Pagnino y completado por Estienne, queda definitivamente terminado.
GPS BÍBLICO
Para ubicarnos dentro del gran territorio que es el texto bíblico, cada libro está dividido en capítulos y versículos que tienen un número. La división en capítulos y versículos, como ya dijimos, hace más fácil localizar un texto, y, además, hace que en todo el mundo tengamos una misma referencia tanto para su conocimiento y estudio como para la liturgia.
El nombre de cada libro tiene su propia abreviatura que aparece al principio de las distintas ediciones. En estas abreviaturas la primera letra es mayúscula y no lleva punto: Gen, Ex, Mc, Lc, Jn, etc.
El capítulo se coloca después de la abreviatura del libro correspondiente.
Por ejemplo, Génesis, Capítulo 2 se abrevia Gen 2. O bien: El Primer libro de Samuel, capítulo 8: 1Sam 8.
Los capítulos se subdividen en versículos. Estos se numeran poniendo una coma o dos puntos después del capítulo.
Por ejemplo: el evangelio de Marcos, Capítulo 8, versículo 27 se abrevia en: Mc 8:27, o bien, Mc 8:27
Los signos de puntuación tienen significados concretos:
- La coma (,) entre dos números indica que el primero se refiere al capítulo y el segundo al versículo: Mt 5, 9. También suelen utilizarse los dos puntos (:) Mt 5:9
- El guión (-) indica los versículos desde y hasta donde debemos leer. Mt 5: 7-9 indica que leeremos del capítulos 5 de Mateo desde los versículos 7 al 9 inclusive.
- El punto (.) se utiliza para significar «y»: Ex 15, 5.9 = Éxodo capítulo 15, versículos 5 y 9.
- El punto y coma (;) se utiliza para separar una cita de otra: Mc 1: 6; Jn 21:1.